Ingredientes:
- un tarro pequeño de jalea de moras
- un chorrito de vino de Oporto
Preparación:
- Ponemos la jalea en un bol y le añadimos el vino
- Batimos bien para trabar la mezcla
- Lo pasamos todo por un colador para eliminar impurezas y homogeneizar la salsa
- Y ya tenemos la salsa lista para utilizarla según convenga
NOTAS:
- Esta salsa es ideal para asociarla con frutas cocidas o asadas; no solo les potencia el sabor, un tanto soso, sino que las viste con un toque de color muy de agradecer.
- Esta salsa es muy versátil, alterando la proporción de vino y jalea podemos conseguir una variedad de salsas de una riqueza inabarcable
- Por otra parte podemos jugar con el tipo de vino: moscatel, Málaga, Jerez dulce, rancio… y con el tipo de jalea: frambuesa, fresa, naranja, albaricoque….
- En la salsa, el sabor del vino es perfectamente reconocible pero la jalea la enriquece con unos matices frutales que el vino, por si solo, no puede aportar
- Esta salsa está pensada para postres dulces pero…
- … puede entrar perfectamente en la gran familia de las reducciones vínicas para preparaciones saladas, como por ejemplo las reducciones de Pedro Ximénez o Módena. Sus ventajas son incuestionables y significativas. Con unos ingredientes corrientes y una elaboración minimalista se puede obtener una paleta de sabores prácticamente ilimitada.
- Así pues esta salsa la podemos introducir, con todos los honores, para acompañar carnes de pato, cerdo o ternera.
- Si pensamos utilizar la salsa acompañando carnes, sería conveniente añadirle un toque de mostaza francesa para atemperar su dulzor y unas cucharadas de los jugos que la carne haya soltado durante su cocción
- En resumen tenemos entre manos una salsa de largo recorrido gastronómico. Con ella y un poco de imaginación le podréis sacar un rendimiento inimaginable…. Y, me quedo corto.
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