Ingredientes:

• 100g azúcar
• 150g avellanas tostadas

Preparación:

• Ponemos a calentar el azúcar en una cazuela de fondo espeso, a fuego moderado. Esperamos a que se vaya fundiendo el azúcar completamente.

• Una vez el caramelo esté en su punto echamos de golpe las avellanas, mezclamos rápidamente  y apagamos el fuego

• Untamos con aceite neutro una superficie de trabajo y extendemos la preparación anterior. Con un rodillo aplanamos al máximo la mezcla y dejamos que se enfríe

• Una vez frío lo trabajamos con el rodillo hasta obtener una arenilla fina más o menos uniforme

• Lo pasamos todo a la cazuela inicial y lo trabajamos durante varios minutos con la batidora eléctrica hasta obtener una crema brillante,  de color intenso, muy aromática y textura aceitosa.

• La pasamos a un recipiente adecuado y la guardamos hasta el momento de utilizarla

NOTAS:

• Mi proporción preferida de azúcar-avellana, para el praliné, es la que os he dado, 40% de azúcar y 60% de avellanas. Está también muy generalizada la fórmula mitad y mitad.
• El praliné entra en muchísimas recetas de pastelería generalmente asociada a chocolate, almendras o fruta
• La clave para obtener un buen resultado es trabajar la mezcla avellana-azúcar con la batidora durante varios minutos, el tiempo suficiente hasta obtener una crema aceitosa
• El praliné puede prepararse con bastante antelación y guardarse en la nevera. Si en el momento de utilizarlo vemos que se ha solidificado, lo podemos reblandecer al baño María o en el microondas.
• Es una crema de relleno muy socorrida
• Es muy interesante el sabor del praliné hecho con cacahuetes
• Si tenemos mucha prisa y queremos saltarnos todo el proceso de elaboración, podemos sustituir el praliné por una pastilla de turrón blando de Jijona rallada. Obviamente, en vez del sabor característico de la avellana, tendremos sabor a almendra.