Pato lacado

Ingredientes:

  • 1 pato, limpio, listo para usar
  • 1 cucharada sopera (c.s.) de miel
  • 3 c.s. vinagre balsámico de Módena
  • 5 c.s. salsa de soja
  • 1/2 c.s. mostaza francesa
  • 1 copita de coñac + 1 copita de agua
  • 1 cebolla
  • sal, pimienta, aceite
  • 1/2 limón

Preparación:

  • Rociamos el pato con el zumo de limón, lo untamos con el aceite, lo salpimentamos por delante, por detrás y por dentro; y lo colocamos en una rustidera. Pelamos la cebolla, la cuarteamos y la disponemos rodeando el pato
  • Vertemos el agua en la rustidera; y el coñac dentro del pato. Lo introducimos en el horno, precalentado a 180º, unos 30′
  • Pasado ese tiempo, le damos la vuelta al pato y lo dejamos unos 30′ más.
  • Mientras se va asando el pato, preparamos la salsa con la que lo vamos a lacar. Para ello metemos todos los ingredientes en un tarro de cristal, lo cerramos herméticamente, y lo sacudimos a conciencia hasta lograr una salsa homogénea y trabada
  • Sacamos el pato del horno, lo volvemos a colocar sobre su espalda y dejamos pasar unos 15′, o hasta que veamos que está tomando un color dorado intenso. Sacamos los trozos de cebolla, para que no se requemen, y los reservamos. Es el momento de pintar el pato con la salsa que hemos preparado.
  • Lo dejamos unos 5′, le damos la vuelta y le pintamos la espalda. Repetimos el proceso (2 o 3 veces) cada 5′ o hasta que veamos que el pato ha formado una capa lacada de color dorado intenso. Apagamos el horno y lo dejamos entreabierto, con el pato dentro, y esperamos unos 5′ antes de servir
  • Sacamos el pato de la rustidera, lo colocamos sobre una bandeja de servir y lo dejamos en el horno, para que se mantenga caliente mientras preparamos la salsa.
  • Quitamos el exceso de grasa de la rustidera y le añadimos la salsa de lacar que haya podido sobrar, con 3 o 4 cucharadas de agua caliente. Rascamos bien para disolver los jugos caramelizados que se han formado, le añadimos los trozos de cebolla glaseados y ya tenemos la salsa que acompañará el pato

NOTAS:

  • Hay que contar en total unos 75′ para asar el pato por delante y por detrás, antes de empezar a pintarlo con la salsa
  • Lo pintamos 2 o 3 veces por delante y 2 o 3 por la espalda, con intervalos de 5′
  • El proceso está pensado para un pato de tamaño mediano
  • Utilizad lo justo de aceite, porque el pato durante a cocción suelta mucha grasa
  • Si antes de preparar la salsa, sacamos toda la grasa de la rustidera y la conservamos en un tarro, en la nevera, tendremos una manteca muy sabrosa, ideal para saltear patatas y todo tipo de verduras
  • El pato queda tan sabroso, asado de esa manera, que no necesita especias, hierbas aromáticas o vino
  • La piel de las pechugas queda muy crujiente, llena de sabor; es una auténtica exquisitez

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