
Ingredientes:
- restos de asado de pollo, sin piel, huesos, ni cartílagos, cortados en virutas
- espárragos frescos
- cebolla
- un vaso de caldo reducido del asado, o similar
- un chorretón de nata líquida
- aceite
- una cucharada sopera de harina
- sal, pimienta
- queso rallado, al gusto
Preparación:
- Ponemos a calentar el aceite y cuando tome temperatura salteamos los tallos tiernos de los espárragos. Salpimentamos y reservamos

- En la misma sartén sofreímos la cebolla laminada fina, salpimentamos

- Tomamos las virutas de asado y la añadimos a la sartén junto con los espárragos reservados


- Mezclamos bien para trabar y espolvoreamos por encima la harina. Mezclamos


- Añadimos el caldo que teníamos preparado y listo para usar. Mezclamos bien y dejamos que hierva todo unos minutos, hasta que la salsa empiece a espesar


- Regamos con un chorretón de nata, mezclamos bien y esperamos a que la salsa, ya trabada, rompa el hervor. Apagamos el fuego y ya está lista para su uso

- Mezclamos la salsa obtenida con pasta fresca cocida en su punto, le damos un toque de pimienta recién molida y queso rallado; y ya está listo para emplatar

NOTAS:
- Esta salsa es perfecta para aprovechar restos de asado de pollo, aunque también se puede utilizar con asados de ternera, cerdo o cordero
- En lugar de pasta podemos utilizar arroz blanco, aunque el plato queda mejor con pasta
- Podéis utilizar una pasta al gusto, eso sí, mejor si es fresca
- Los espárragos pueden ser trigueros o de cultivo, pero, siempre frescos
- Podéis sustituir los espárragos por setas
- El caldo se puede preparar con la carcasa, los huesos y las pieles del pollo. Una vez obtenido, se puede concentrar su sabor, hirviéndolo hasta que reduzca a la mitad