- un solomillo de cerdo
- una cebolla grande + 3 ajos pelados enteros
- un chorrito de coñac (o similar)
- 1 vasito pequeño de vino blanco al gusto + 1 de agua
- una cucharada sopera de mostaza francesa + un buen chorretón de nata líquida
- aceite, sal, pimienta, al gusto
- una cucharita de miel (optativo)
Preparación:
- Calentamos el aceite en una olla exprés y sofreímos el solomillo salpimentado (entero o partido en dos) hasta que esté bien dorado por toda su superficie.
- Lo sacamos de la olla y añadimos la cebolla laminada y los ajos. Damos una vueltas hasta que empiecen a tomar color sin quemarse
- Introducimos de nuevo la carne y regamos con el coñac (precaución!). Dejamos que se evapore y regamos con el vino y el agua. Cerramos la olla, llevamos a ebullición, bajamos el fuego y dejamos hacer a fuego lento unos 10′.
- En cuando podamos abrir la olla, sacamos el solomillo y agregamos al caldo de cocción la mostaza y la nata.
- Trituramos todo con la batidora eléctrica hasta ligar una salsa cremosa y homogénea. Reincorporamos el solomillo y ya está listo para usar según convenga.
- En el momento de servir, cortamos el solomillo en lonchas, lo regamos con la salsa resultante y lo acompañamos de la guarnición elegida
NOTAS:
- Generalmente la receta siempre es la misma y se juega con las diferentes guarniciones. Aunque si queremos variar podemos añadirle a la salsa ya ligada: piñones tostados y pasas, laurel, curry en polvo, pimienta rosa en grano, setas del bosque deshidratadas, trufa, …
- La paleta de guarniciones es muy extensa: manzanas, peras glaseadas, frutas del bosque, piña, papaya, mango, champiñones, judias verdes, revuelto de espárragos, brócoli, menestra, ….
- Como la cantidad de salsa es generosa es aconsejable acompañar también el plato de una guarnición que se impregne de ella: arroz, basmati o tres delicias, pasta fresca, patatas al vapor o en puré, sémola de trigo, polenta, quinoa…
- Este plato puede hacerse de un dia para otro. Justo en el momento de servir se corta el asado, se riega con la salsa y se calienta unos minutos al horno o al microondas, junto con la/s guarnición escogida
- El plato de la fotografía lleva como guarnición. manzanas glaseadas con boniatos y piñones y quinoa roja.
- Obviamente la miel le da a la salsa un toque ligeramente dulce, muy agradable. Está recomendada cuando el vino es muy seco.
- La salsa al final queda cremosa pero si queremos espesarla un poquitín más basta con ligarla en caliente con un poco de beurre manié (pomada a base de mantequilla y harina)