Jalea de frambuesa

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Ingredientes:

  • frambuesas (para obtener 1 kg de zumo)

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  • un buen puñado de grosellas (opcional, pero muy recomendable)

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  • 1 kg de azúcar

Preparación:

  • Ponemos a fuego lento las frambuesa y las grosella en una olla holgada.

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  • Y las vamos machacando con el mazo de un mortero o similar hasta obtener una pasta homogénea y tibia. Apagamos el fuego.

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  • Vamos pasando el puré obtenido por un molinillo de verduras, procurando apurar al máximo.

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  • Desechamos las semillas y los pellejos no triturados.

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  • A continuación, con mucho cuidado, vamos pasando el zumo obtenido por una media resistente, apretando con ganas y, por supuesto, procurando no romper la media, para extraer la máxima cantidad posible de jugo. Repetimos la operación cuantas veces sea necesario hasta acabar el proceso.

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  • Desechamos las semillas y los pellejos no triturados.

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  • Pesamos el zumo obtenido y preparamos la misma cantidad de azúcar:  1kg de zumo = 1kg de azúcar). Pasamos zumo y azúcar a una cazuela de mermeladas, mezclamos bien, calentamos a fuego fuerte y llevamos a ebullición…

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  • En cuanto empiece a hervir el líquido, bajamos el fuego, y proseguimos la cocción unos 4′ o 5′ (IMPORTANTE: No debemos proseguir la cocción más del tiempo indicado). Observaremos que la jalea que cae de la cuchara cuando la levantamos de la cazuela empieza a tirar formando bola. Es el momento de parar. Damos un gran hervor y apagamos el fuego.

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  • Inmediatamente vamos pasando la jalea obtenida a tarros de cristal perfectamente limpios, los cerramos uno tras otro y los colocamos OBLIGATORIAMENTE boca abajo.

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  • Los dejamos así unas 24 horas, les damos la vuelta, los etiquetamos y ya están lisos para guardar y utilizar a lo largo de los 2 ó 3 años siguientes

NOTAS:

  • Esta jalea es una de las más exquisitas que se conocen. Para conservar todo su aroma es imprescindible someterla a una cocción muy corta. No más de 5 minutos.
  • Esta jalea es también una de las más difíciles de cuajar, por ello para evitar problemas y conseguir unos resultados francamente magistrales, os recomiendo vivamente que utilicéis un buen puñado de grosellas. Esta fruta no altera en absoluto el aroma de la frambuesa pero aporta tal cantidad de pectina que incluso los más novatos pueden obtener desde el principio una jalea aromática, sabrosa, cristalina y  perfectamente compacta, digna de la mesa de la reina de Inglaterra.
  • Al tratarse de una jalea es obligatorio utilizar el mismo peso de zumo que de azúcar.
  • Es una jalea que lleva mucho trabajo pero el resultado es tan espectacular que compensa con creces todo el esfuerzo realizado
  • Si seguimos las indicaciones dadas no hace falta cocer los botes al baño María. Al colocar los botes al reves, el calor de la jalea esteriliza el bote y provoca su sellado al vacío. Es un procedimiento muchísimo más práctico y rápido, y al eliminar esa segunda cocción la jalea es mucho más aromática.
  • Esta jalea puede guardarse perfectamente durante unos 3 años, aunque es verdad que pasado el primer año, va perdiendo poco a poco el color y el sabor que la caracteriza. Así y todo, incluso añeja, aún le da veinte vueltas a cualquier gelatina industrial.

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