Ingredientes:
- una base de masa para coca
- peras
- azúcar
- arrope
- aceite de oliva, vinagre de Módena
Preparación-1:
- Empezamos por pelar las peras, cortarlas en dos y vaciarlas
- Las pasamos a una cazuela y las espolvoreamos con un par de cucharadas soperas de azúcar y unas gotas de vinagre de Módena. Calentamos y proseguimos la cocción a fuego lento, con la cazuela tapada.
- Pasados unos minutos, en cuanto estén ligeramente tiernas, las reservamos y…
- … reducimos el caldo que hayan soltado hasta obtener un caramelo rubio.
- Volvemos a introducir las peras en la cazuela con el caramelo. Reservamos hasta su utilización
Preparación-2:
- Precalentamos el horno a 180º. Untamos de aceite una tartera de paredes bajas y la enharinamos
- Extendemos la masa
- Colocamos encima las peras caramelizadas
- Espolvoreamos generosamente con harina, azúcar y regamos con aceite de oliva
- Horneamos unos 40′ o hasta que los bordes de masa de la coca estén bien dorados.
- Sacamos la coca, y en caliente, la regamos generosamente con el arrope.
- Dejamos reposar y servimos tibia o fría, pero recién hecha.
NOTAS:
- He procurado seguir el espíritu de la tradicional coca de molles, pero tomando esta receta como base la podemos modificar en función de los gustos particulares de cada uno… y os aseguro que puede dar mucho de si.
- La coca de molles llevaba una base de masa de coca y por encima sucesivas capas de harina, azúcar y aceite de oliva. Podía llevar, o no, fruta (generalmente manzana) o podía regarse, una vez sacada del horno, con arrope, caramelo o miel.
- La masa de base no es dulce y sirve tanto para recetas dulces como saladas. En las cocas dulces la cubierta es tan dulce que el sabor a pan de la masa equilibra perfectamente el resultado final en boca.
- La harina que la cubre tiene como finalidad absorber los jugos de la fruta y el arrope final. Esta harina embebida y horneada con el aceite y los líquidos de la cocción era lo que producía las tan apreciadas molles (migas o lo que en estos tiempos se ha venido en llamar crumble)
- Las tradicionales cocas dulces locales tienen difícil homologación con los pasteles de frutas que nos viene del resto de Europa, y en particular de Francia. Aquí se emplea una base de masa de coca y la grasa empleada es el aceite de oliva, mientras que en las tartas del norte se utiliza pasta brisa u hojaldre y la mantequilla con generosidad.
- Así pues si queremos un sabor más estándar y homologable, y en vez de coca queremos tarta, basta con cambiar la base por pasta brisa u hojaldre y repartir por encima unos trocitos de mantequilla en vez del aceite de oliva.
- Si no disponemos de arrope podemos utilizar miel fluida y/o caramelo líquido, casero o comprado.
- Ahora es el momento de utilizar peras, manzanas, ciruelas, melocotones, membrillos… Y al cocer la fruta no os olvidéis de añadirle al azúcar de cocción unas gotas de vinagre de Módena, les saca lo mejor de su sabor (ojo,con zumo de limón, no funciona).
- Se puede conseguir una coca exprés utilizando como base una tortita de harina de trigo o de maíz
- Es conveniente ablandar antes la fruta cociéndola ligeramente ya que este proceso la deshidrata ligeramente y concentra su sabor.
- Aunque la masa es muy parecida a la utilizada en las pizzas, el resultado final no tiene nada que ver. El aceite en un ingrediente básico y significativo en su composición, éste hace que la masa quede crujiente y el sabor a pan, característico de las pizzas, resulte un tanto irreconocible. No os recomiendo utilizar masa de pan, porque al final os encontrareis con una pizza dulce de peras… de todas maneras ¿quién sabe, a lo mejor damos en el clavo? ¿Qué tal una pizza de peras, nueces y queso de cabra…? Sorprendedme