Boniatos melados

 

 

Ingredientes:

  • boniatos (camotes)
  • azúcar moreno
  • canela en polvo
  • mantequilla, aceite de oliva

Preparación:

  • Lavamos los boniatos por si tuvieran restos de tierra, los pelamos, los lavamos de nuevo y los enjuagamos

  • Les quitamos las puntas, que suelen ser bastante fibrosas, y los cortamos a rodajas de un dedo de espesor aproximadamente

  • Untamos una bandeja de hornear con mantequilla, y unas gotas de aceite de oliva. Espolvoreamos toda la superficie con unas cucharadas soperas de azúcar moreno y canela en polvo al gusto

  • Colocamos encima las rodajas de boniato sin que se solapen, las espolvoreamos con unas cucharadas adicionales de azúcar moreno, canela en polvo y colocamos sobre cada rodaja una lámina fina de mantequilla. Regamos con unas gotas de aceite de oliva

  • Tapamos la bandeja con papel sulfurizado de forma que recubra bien todas las rodajas y horneamos a 180º unos 40′ o hasta que la pulpa esté tierna al pincharla con un tenedor

  • Dejamos enfriar, fuera del horno, y servimos los boniatos tibios tal cual, con parte de la melaza de la cocción; o con una guarnición al gusto, helado, un crumble de frutos secos o garrapiñados, arrope, tejas crujientes ….

NOTAS:

  • El aceite de oliva tiene como finalidad aportar un plus de sabor y sobre todo impedir que la mantequilla cuaje si guardamos los boniatos melados en la nevera
  • El papel sulfurizado es importante en la receta ya que hace que los boniatos cuezan en su propio jugo, queden melosos y no se resequen
  • La receta original lleva exclusivamente mantequilla, pero de  hecho podemos eliminarla completamente y utilizar en su lugar solo aceite de oliva. El postre ganará en sabor y textura
  • No he dado las cantidades de azúcar y canela a propósito, porque eso va en función de lo dulce y especiado que nos guste a cada un@ el postre
  • Si vemos que al final los boniatos no han producido mucha melaza, cosa que ocurre con los boniatos viejos, podemos regarlos en el momento del emplatado con un plus de miel
  • Si nos gusta, un toque de caramelo en el momento de servir le queda muy bien
  • Quedan muy aromáticos si además los espolvoreamos con un un toque de ralladura de piel e limón
  • Aquí he servido los boniatos con cacahuetes garrapiñados; de todos los frutos secos, para mí es el que mejor combina

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