Ingredientes:
- 3 pimientos carnosos
- 3 berenjenas
- 1 calabacín
- 1 cebolla grande
- 3 ajos pelados y enteros
- 2 tomates grandes, maduros, pelados (pueden ser de bote, enteros o triturados)
- aceite de oliva, sal, una pizca de azúcar
Preparación:
- Asamos los pimientos, las berenjenas y las cebollas con dos cortes perpendiculares profundos, enteros y sin pelar en el horno a 180º sobre 1 hora y cuarto (o hasta que estén bien tostados y tiernos).
- Dejamos enfriar y en cuanto se puedan manipular los pimientos y las berenjenas, les quitamos la piel ( a los pimientos, además, las semillas) y los troceamos groseramente. Pelamos los tomates y preparamos el calbacín.
- En una cazuela grande calentamos el aceite y rehogamos, a fuego lento, los ajos con el calabacín troceado gordo. Lo dejamos sudar todo durante unos minutos con la olla tapada
- Añadimos la cebolla laminada a parte, mezclamos bien. Tapamos la olla y dejamos sudar, removiendo de vez en cuando, hasta que las verduras estén tiernas.
- Añadimos el tomate troceado groseramente (y escurrido, si es de bote) o el puré de tomate, agregamos el azúcar. Tapamos la olla y seguimos la cocción hasta que el caldo haya reducido bastante y el tomate empiece a tomar un bonito color tostado.
- Por último incorporamos los pimientos y berenjenas reservados. Mezclamos bien, dejamos unos minutos más al fuego, salamos. Reservamos para darle la utilización que queramos
NOTAS:
- Es una receta muy versátil, a la que se le puede sacar mucho partido.
- El motivo de asar, en vez de sofreír, pimientos, berenjenas y cebollas, en el horno, no es otro que aligerar significativamente la receta en aceite y en tiempo.
- El calabacín y el tomate no los asamos en el horno porque, sobre todo el calabacín, no quedan bien.
- En algunas variantes de esta receta se suele añadir un puñado de aceitunas verde o negras junto con los tomates. No queda nada mal y sobre todo las negras le dan un toque de color y sabor muy interesante.
- El pisto es una guarnición ideal para acompañar carnes, un poco secas, como el cerdo, o poco sabrosas como el pollo. Atenúa el pronunciado sabor de los pescados azules como la sardina, caballa o atún.
- El pisto se puede tomar también acompañando cualquier tipo de pasta con queso rallado. También está delicioso acompañando huevos fritos y todo tipo de charcuteria: longanizas, morcillas, chorizos, magro, jamón serrano, panceta, etc.
- Si al pisto le añadimos pimienta molida al gusto y una buena cucharada sopera de comino molido, se obtiene una guarnición perfecta para acompañar la sémola de cus-cús y carne a la plancha. Conserva todo el sabor oriental del plato pero la preparación es mucho más rápida y fácil. Con chuletas de cerdo o cordero a la plancha o a la parrilla queda delicioso.
- Es una preparación bastante larga, pero con la ventaja de que se puede preparar una gran cantidad a la vez y congelar lo que no se vaya a utilizar en el momento. El pisto congela perfectamente y conserva durante muchos meses todas sus propiedades gustativas originales. Si optamos por congelar el sobrante es mejor no incorporar especias, las añadiremos al descongelar el pisto en el momento de su utilización.