Ingredientes:
- berenjenas
- ajos, perejil
- piñones
- aceite de oliva, sal
Preparación:
- Dejamos las berenjenas con su piel, pero cortamos los tallos y las partimos en dos. Las vamos colocando, con la piel hacia abajo, sobre una bandeja de hornear.
- Con un cuchillo, damos unos cortes poco profundos en la superficie formando una red.
- En un mortero picamos los ajos con el perejil y una pizca de sal -para que no salten los ajos-
- Añadimos los piñones y seguimos triturando hasta obtener una parta bastante uniforme.
- Añadimos el aceite y mezclamos bien, procurando homogeneizar.
- Y ahora, repartimos el pesto obtenido, untando con él todas las berejenas (NOTA: Si hubiesen quedado un poco secas regamos con un poco más de aceite). Salpimentamos y las cubrimos con papel sulfurizado.
- Introducimos en el horno a 180º por espacio de unos 45′ o hasta que la pulpa esté bien tierna.
- Retiramos y reservamos hasta el momento de emplearlas
NOTAS:
- Los piñones le dan a las berenjenas un toque muy agradable. Si no tenéis piñones, podéis probar a utilizar nueces o almendra molida.
- Por regla general las utilizaremos como guarnición de carne o pescado.
- O también quedan muy bien asociadas con cualquier tipo de pasta corta.
- Las podemos tomar como plato principal acompañándolas de una salsa de tomate y queso rallado al gusto
- Es importante cubrir las berenjenas porque así evitaremos que se requemen y queden un tanto secas y estropajosas.
- Si queremos reforzar el sabor de las berenjenas, podemos añadirle al pesto unas gotas de vinagre de Módena