Ingredientes:
- dulce de calabaza hilada, listo para usar
- frutos secos al gusto: nueces, avellanas, pistachos…
- 1 placa de hojaldre, lista para usar
- azúcar glass
Preparación:
- Picamos groseramente los frutos secos de que dispongamos
- Extendemos la masa sobre el mármol, la enharinamos ligeramente y la rebajamos un poco con un rodillo de cocina.
- Marcamos un círculo máximo, sobre la masa, con la punta de un cuchillo y un molde de base circular, que nos servirá de referencia
- Cubrimos el círculo marcado con el dulce de calabaza hilada, dejando libre la banda exterior de masa.
- Espolvoreamos los frutos secos picados sobre el dulce de calabaza.
- Cocemos en el horno precalentado a 180º durante unos 40′ o hasta que los bordes de la tarta estén perfectamente dorados. (NOTA: Si durante el horneado vemos que la masa de la tarta se levanta, formando bolsas de aire, las pinchamos con un tenedor para que vuelva a la posición inicial)
- Sacamos la tarta del horno, la dejamos entibiar, retiramos la corona de hojaldre crujiente que se ha formado y la picamos groseramente
- Repartimos las migas de hojaldre sobre los frutos secos de la tarta y espolvoreamos con azúcar glass antes de servirla en la mesa
NOTAS:
- Si no disponéis de dulce de calabaza podéis utilizar cabello de ángel; originalmente la tarta se preparaba con esta mermelada.
- Estoy convencido de que un poco de jengibre rallado, añadido al dulce de calabaza, le daría un toque de lo más original. Me he quedado con las ganas de probarlo…..
- Lo que sí he probado es a añadir chirivía rallada al preparar el dulce de calabaza; el resultado es insuperable
- En esta receta he utilizado una mezcla de dulce de calabaza y abobora una mermelada aromática de calabaza, muy popular en Portugal.